Una nube de hongo u hongo nuclear es una nube con forma de hongo de humo, llamas o escombros que se forma a causa de una gran explosión. Se asocian normalmente con las explosiones nucleares, pero las erupciones volcánicas y la colisión de pequeños cuerpos celestes como meteoros o cometas contra la Tierra pueden producir nubes de hongo naturales.
Las nubes de hongo se forman como resultado de la aparición de una gran masa de gases de baja densidad cerca del suelo, creando una inestabilidad de Rayleigh-Taylor. La masa de gases se eleva rápidamente, lo que resulta en vórtices turbulentos girando hacia abajo sobre sus ejes y succionando una columna de humo y escombros en el centro formando su "tallo". La masa gaseosa acaba alcanzando una altura en la que es más densa que el aire circundante y se dispersa. Los escombros, por tanto son succionados del suelo, dispersados y elevados hasta grandes alturas, desde donde caen.
Las mayores nubes de hongo jamás fotografiadas fueron consecuencia del impacto de fragmentos del cometa Shoemaker-Levy 9 sobre el planeta Júpiter, algunas de las cuales se elevaron cientos de kilómetros sobre las capas nubosas.